Estudios

La Beta-2-microglobulina normalmente pasa a través del glomérulo hacia el túbulo proximal donde gran parte de ella se reabsorbe. Los niveles séricos son, por lo tanto, un índice de la función glomerular. Cuando se alteran, los niveles séricos aumentan en relación inversa a la tasa de filtración glomerular. El aumento de las cantidades de Beta-2-microglobulina se excreta en varios trastornos renales, por ejemplo, nefropatía de los Balcanes, intoxicación por metales pesados y enfermedad tubular renal debido a agentes terapéuticos. Los niveles seriados de Beta-2-microglobulina en suero y orina se utilizan para evaluar la viabilidad del trasplante y anticipar el rechazo. Después de un injerto exitoso, los niveles séricos disminuyen hacia la normalidad. El aumento de los niveles séricos proporciona un signo temprano de rechazo. También se observan niveles elevados en trastornos linfáticos, neoplasias (malignas y benignas), enfermedades inflamatorias y enfermedades auto inmunes como el lupus eritematoso sistémico (LES) y la enfermedad de Sjögren.