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Los microorganismos de los géneros Mycoplasma se han asociado con infecciones del tracto genital asociadas al desarrollo de cervicitis, endometritis y la Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP), en tanto que las bacterias del género Ureaplasma spp están relacionadas con la infección del tracto genitourinario superior, así como con el parto prematuro y el aborto. La bacteria Mycoplasma genitalium causa una infección de transmisión sexual (ITS) del tracto urogenital que genera uretritis (inflamación de la uretra) no gonocócica aguda y crónica, cervicitis (inflamación del cuello uterino) y enfermedad inflamatoria pélvica. La enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) es una inflamación del tracto reproductivo superior femenino que ocurre cuando los patógenos ascienden más allá del cuello uterino e infectan el endometrio, las trompas de Falopio, los ovarios o la pelvis. La EIP es una de las manifestaciones más graves de las ITS no tratadas, cuyas secuelas comunes a largo plazo incluyen infertilidad femenina (entre el 10% y el 20%), embarazo ectópico (entre el 10% y el 20%) y el 40% de las pacientes sufren de dolor pélvico crónico. La bacteria de la especie Mycoplasma hominis también se ha asociado con la cervicitis y está altamente presente en la vaginosis. Los síntomas más comunes de la infección por Mycoplasma genitalium en las mujeres incluyen la presencia de flujo vaginal con fuerte olor, hemorragia vaginal, dolor pélvico, vejiga inflamada, inflamación uretral, disuria y dispareunia. Algunos de los síntomas en hombres con infección por Mycoplasma genitalium son dolor testicular, prostatitis, uretritis, secreción uretral, dolor e inflamación articular. Debido a su creciente prevalencia, M. genitalium ha sido clasificada como una amenaza emergente para la salud pública por los sistemas de salud ya que es una infección de transmisión sexual más común que la gonorrea y la clamidia, pero es más difícil de reconocer. En poblaciones de alto riesgo, se ha informado de una prevalencia tan alta como del 9% al 24% en pacientes masculinos y del 11% al 16% en pacientes femeninas. La infección por M. genitalium puede ser diagnosticada forma errónea como otras ITS (p. ej., Chlamydia trachomatis o gonorrea), lo que puede provocar un tratamiento inadecuado de la causa subyacente y un aumento de la duración de la infección. Se recomienda que los hombres con uretritis no gonocócica recurrente y las mujeres con cervicitis recurrente y/o enfermedad inflamatoria pélvica se realicen pruebas de detección de las bacterias M. genitalium y M. hominis. Por otra parte, las bacterias del género Ureaplasma spp están relacionadas con la infección del tracto genitourinario superior, así como con el parto prematuro y el aborto. Actualmente es posible distinguir por medios moleculares dos especies de bacterias ureaplasmas, el Ureaplasma parvum y el Ureaplasma urealyticum, que son parte de la microbiota genital normal, siendo el primero más prevalente en el tracto genital inferior de una mujer sana. Estas especies se han asociado con una serie de infecciones clínicamente significativas como la uretritis y epididimitis, aunque no está claro qué especie causa la infección de manera más predominante y parecen ser oportunistas cuando infectan el tracto genitourinario superior. Se ha detectado la presencia anormal de U. urealyticum y de U. parvum en líquido amniótico de mujeres con trabajo de parto prematuro, rotura prematura de membranas, trabajo de parto a término espontáneo o corioamnionitis, por lo cual su infección se ha asociado con el parto prematuro y el aborto. También pueden causar infecciones neonatales, incluyendo meningoencefalitis y neumonía. Además, se ha informado que U. urealyticum y U. parvum causan infecciones inusuales, como infección de prótesis articulares e infecciones en receptores de trasplantes. Debido a su naturaleza, el cultivo de las bacterias de los géneros Mycoplasma y Ureaplasma es laborioso, requiere varios días y no logra diferenciar entre especies, por lo que se detectan mejor mediante métodos moleculares. La detección mediante reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es sensible, específica y proporciona resultados en menor tiempo, permitiendo además la diferenciación a nivel de especie.
• lunes a viernes: Muestras tomadas o entregadas al laboratorio antes de las 11:00 am, los resultados se entregan en 13 días hábiles a partir de las 06:00 pm.
• lunes a viernes: Muestras tomadas o entregadas al laboratorio después de las 11:00 am, los resultados se entregan en 14 días hábiles a partir de las 06:00 pm.
• sábados, domingos y días festivos oficiales y organizacionales se consideran días no hábiles.